Banco malo en España: qué? cómo? cuándo?
El próximo 1 de diciembre entrará en funcionamiento el banco malo español cuyo principal objetivo será liberar del peso del ladrillo a las entidades financieras nacionalizadas o que tengan déficit de capital para que éstas vuelvan a dedicarse a su principal negocio, que no es otro que conceder créditos.
Este es al menos el mensaje más repetido desde las filas del Gobierno: “el banco malo -dicen-busca desintoxicar el sistema financiero para que en los balances de las entidades bancarias se eliminen los activos tóxicos vinculados al ladrillo y que, de esta forma, el crédito vuelva a fluir”.
En la actualidad, la mayoría de los bancos destinan gran parte de sus recursos a cubrirse contra las pérdidas que les causan los famosos “activos tóxicos”, de tal forma que les queda poco capital para prestar.
Esta Sociedad de Gestión de Activos Procedentes de la Reestructuración Bancaria (Sareb) lo que hará será asumir estos activos, cuyo importe se estima cercano a los 70.000 millones de euros. Un dinero, espera el Gobierno, que termine finalmente llegando a la economía real en forma de préstamos a empresas y familias.
Una necesidad de que vuelva a fluir el crédito que se hace cada vez más acuciante. Según los últimos datos aportados por el Banco Central Europeo, la concesión de préstamos al sector privado continuó cayendo en septiembre en la zona del euro. Se contrajo en concreto un 0,8% frente al 0,6% de agosto. Y las perspectivas no son nada positivas. Al menos las que se desprenden de la última encuesta sobre condiciones del crédito que realiza el BCE.
Según lo recopilado por el organismo regulador europeo, el 17% de los bancos encuestados planea reducir, aún más, el crédito que conceden a las empresas mientras que el 9% restringirá la concesión de préstamos y créditos personales.
Datos que contrastan claramente con la concesión de préstamos a las entidades públicas. Y es que, mientras que el crédito a empresas y familias se reduce drásticamente, el concedido al sector público no para de subir. Desde el comienzo de la crisis, en 2007, hasta el pasado año, esta partida ha aumentado en cinco puntos, al pasar del 5,4% del crédito al sector público en 2007 al 10,4%, en el 2011.
De ahí la importancia de saber si esta tercera reforma financiera, emprendida por el Gobierno en menos de 1 año y que ha dado como resultado la creación del banco malo, servirá finalmente para dinamizar de nuevo la concesión de créditos al sector privado.
Cuándo volverá a fluir el crédito
A tenor de cómo funcionará el banco malo español (Sareb) que recibirá los activos tóxicos de la banca nacionalizada y a cambio ésta obtendrá bonos canjeables por liquidez en el Banco Central Europeo, todo hace prever que ese aumento de liquidez podría ir destinado a aumentar la concesión de créditos.
Sin embargo, ese aumento de liquidez estará condicionado por varios factores que limitarán de nuevo si se vuelve a abrir o no el grifo del crédito. Entre esos factores se encuentra una de las exigencias del rescate financiero: la reducción del tamaño de los balances financieros de las entidades bancarias (dependiendo de cuál sea esa reducción se limitará más o menos la concesión de nuevos créditos).
La vuelta del crédito dependerá también de otra variable sin duda importante: del ratio de préstamos sobre depósitos (el nivel de préstamos concedidos no podrá superar en un tanto por ciento determinado el volumen de depósitos). Si los bancos superan ese ratio no podrán incrementar los créditos al sector privado.
Importante también será ver la forma que tendrá el Sareb de vender sus activos. Por lógica, los compradores de esos activos necesitarán financiación para adquirirlos. El tema está en ver si la banca que cedió esos activos tiene interés en volver a financiarlos ya que, difícilmente los “bancos sanos” querrán hacer ese papel. Por tanto, ¿podrá el Sareb encontrar sin problemas compradores para sus activos?. Esta es una pregunta, que, a día de hoy no tiene respuesta y que es, sin duda, uno de los mayores problemas a los que se enfrenta el banco malo.
Por el momento, las dirigentes de las principales entidades financieras, durante la presentación de sus resultados correspondientes al tercer trimestre del año han confirmado que esa recuperación del crédito no se producirá en el corto plazo. Es más, algunos expertos estiman que el “grifo del crédito” podría seguir cerrado durante al menos un par de años más. Y la recuperación, en tal caso, vendría sólo ligada a la mejoría de las condiciones económicas.
Unas condiciones económicas que no parecen mejorar en el corto plazo. Según el último informe de la Comisión Europea, la economía española registrará un recorte en su crecimiento del 1,4% este año y del 1,4% adicional en 2013 -frente a la contracción del 0,5% que calcula el Gobierno.
En estos momentos, los únicos visos de una cierta recuperación en la concesión de créditos se están viendo en los préstamos hipotecarios. La encuesta de Préstamos Bancarios que realiza el Banco de España confirma una ligera recuperación en los créditos concedidos para la compra de una vivienda. Recuperación relativa, ya que, lo que se observa en el segundo trimestre del año es un descenso del número de créditos hipotecarios concedidos pero, eso si, más moderado que en trimestres anteriores.